Vivir….Fluir….

Mi blog se quedó atrapado en el tiempo. Después de tropezarme con mis amigos Fracaso y Exigencia, fui incapaz de seguir adelante. Me quedé atascada allá. Mi mente, mi ser, yo en definitivo, nos quedamos bloqueados y recreándonos en ¿Cómo puedo superarlo? ¿Qué me pasa a mí que pensaba haberlo superado y sigo actuando desde allí? Volví a conectar con viejas costumbres de trabajo: marcamos el objetivo y vamos a por ello. Entonces, voy rápida, no escucho, pregunto, busco respuestas que a mí me vayan bien….No estoy pendiente del coachee, escuchando su ritmo, acompañándolo en su proceso; estoy pendiente de mi y por lo tanto no lo puedo ayudar.

Decidí dejarme tiempo y dejar que esto pasé y se solucioné por sí sólo. Dejarme tiempo para mí, significa dejar que mi ser racional dejé de estar al mando y actuar desde mis emociones y desde lo que soy y siento. Y esto no se solucionó. Simplemente volví a focalizarme en lo que pasa fuera e intentar resolver lo que les pasa a los demás en vez de estar atenta a mí. Me desconecté por completo de mí y del mundo que me rodea. A estas alturas, me asusté porque era como recorrer el mismo camino que mis compañeros de coaching al revés. Hasta ahora una misma situación no me molestaba, más bien pensaba ¿Qué le pasa a esta compañero con “el tiempo”? ¿Qué les pasa a estos dos que no saben cómo hablarse? ¿Qué le pasa a mi vecino que no es capaz de cambiar de observador? Y ahora era todo lo contrario. Me afectaba todo: que dos no se hablen, que dos no hagan parte del grupo, que una use un tono más vehemente para contestarme, que uno se quejé del tiempo… Y ¿de qué manera me afectaba? Me sentía triste, me sentía impotente, sentía como si hubiera entrado en el juego de otros y por lo tanto que ellos controlaran mi estado de ánimo.

La pregunta es ¿Tanto poder tienen para afectar mi estado de ánimo? ¿Qué busco o encuentro yo allí? ¿Para qué me afecta tanto? ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo quiero estar? La respuesta es evidente: BIEN! Quiero fluir, quiero estar bien, quiero sentirme en armonía con mi entorno y con los demás. ¿Entonces? ¿Dónde tengo el foco? Lo tengo en los demás y no en mí por lo que todo lo que hagan me afectará ya que es de ellos y yo no puedo actuar allá. Puedo dar feedback, puedo interactuar con ellos, pero no puedo intervenir en sus procesos. No los puedo cambiar. Sólo tengo acceso a lo que me pasa a mí con eso.

Volver a fluir requiere un cambio de observador. Hoy lo he hecho porque me ha acompañado mi coach. Parece redundante y para los que no lo sepan los coachs somos a veces coachees porque el punto ciego lo tenemos nosotros también y necesitamos de alguien de fuera para vernos actuar. Para mí es como si durante este tiempo hubiera estado distraída de mi vida. Me hubiera olvidado de mi y de ser y sé que cuando soy, fluyo y soy buen coach porque escucho, estoy atenta, ayudo, acompaño a mi coachee a encontrar sus respuestas y ver sus puntos de ceguera, lo incomodo gentilmente, y llegamos juntos hacia donde mi coachee quiere llegar. El proceso es fluido, no me atasco, ni pienso en lo que voy a preguntar, simplemente pregunto o me callo. Dicen que mis silencios son potentes e invitan al otro a reflexionar y pensar y hablar de lo que le pasa.

Fluir es vital. Fluir me da libertad. Fluir me hace responsable de lo que soy y de como actúo frente al entorno. Fluir me lleva por el camino en paz y armonía. Fluir me lleva a sentir y vivir. Fluir me da poder. Fluir me ayuda a alcanzar mis retos. Fluir me da felicidad. Fluir me conecta conmigo y con el mundo. Fluir me da energía. Fluir y vivir.

2 pensamientos en “Vivir….Fluir….

  1. Caramba Nacira, es exactamene lo que me pasa a mi, suerte que enter Luis y Joan me hicieron reflexionar sobre mi exigencia y control que habian vuelto a aparecer.

    Quiero desde mi sentir fluir con las personas ya que son parte de mi sin ser yo y desde el amor dar sentido a mi vida.

Deja un comentario